España ‘declara su intención de solicitar financiación europea para la recapitalización de los bancos que lo necesiten’. Con esta frase, el ministro de Finanzas, Luis de Guindos, reconocía que la situación del sistema financiero español ha abocado al Gobierno español a pedir el rescate. Y Europa acepta apoyar a España. Así lo han decidido los ministros de Finanzas de la zona euro tras una teleconferencia de tres horas. La UE no pedirá a España un plan de austeridad como contrapartida, señalaron fuentes gubernamentales. El FMI participará en el rescate pero como supervisor.
España pide rescate a Eurogrupo para salvar a los bancos |
Según explicó el ministro de Economía, Luis de Guindos, el Gobierno ha decidido ‘pedir apoyo financiero’ para seguir profundizando en el saneamiento y transparencia del sector financiero español. Añadió que la cantidad solicitada será suficiente para cubrir las necesidades de financiación y dará un margen de seguridad. No quiso concretar las cantidades, hasta que ‘el Eurogrupo lo haga público’, pero señaló que será suficiente para que no deje ‘resquicio a la duda’. Tal y como había trascendido a lo largo de la tarde, el comunicado del Eurogrupo anuncia que España tiene a su disposición 100.000 millones de euros para sanear sus sistema financiero. De Guindos, que en todo momento eludió hablar de rescate, insistió en que no significa que el agujero de la banca española sea de este tamaño, sino que se trata de una ‘cifra de máximos’.
Las condiciones derivadas de esta ayuda financiera quedarán limitadas al sistema financiero español, ‘y no afectarán al conjunto de la sociedad’, explicó De Guindos, en otro intento por diferenciar la ayuda a España del rescate de otros países como Grecia, Irlanda y Portugal. Por último, añadió que el FROB será el agente del Gobierno que recibirá los fondos para su inyección en el sistema. De Guindos no especificó el tipo de interés que tendrá que pagar España por este apoyo financiero y se limitó a asegurar que la ayuda llegará a España en condiciones muy favorables. El dinero no irá a todas las entidades financieras, sino solo a las que lo necesiten.
El objetivo es conseguir que el sistema financiero cuente con entidades solventes y que puedan inyectar crédito a la economía española.