Los inversores ven más probable que España entre en quiebra que Islandia pese a la grave crisis que ha atravesado el país, el primero en caer víctima de las turbulencias financieras en 2008. Según la clasificación de los seguros contra impago, los llamados CDS (acrónimo de Credit Default Swaps) y que cotizan en función de la confianza o desconfianza en que el Estado en cuestión no pueda pagar las facturas de su deuda, el mercado considera que es más factible que el Tesoro español no cumpla con sus compromisos de pago que lo que esperan de su homólogo islandés.
Así, si el coste de protegerse contra un eventual impago por parte de España está actualmente en 240 puntos básicos, para Islandia este indicador baja a 209 puntos básicos gracias al fuerte recorte que ha registrado desde principios de abril, un descenso que supera el 20%. Por aquello de comparar, la clasificación de los países con mayor riesgo de quiebra la lidera la rescatada Grecia, según la percepción de los inversores. El precio de sus CDS, vistos a su vez como un elemento causante de la crisis financiera, supera los 1.000 puntos básicos ya que cuanta más gente pide protección contra un posible impago, una posibilidad extrema pero para nada descartable, más sube el coste de estos seguros.
Aunque el sistema financiero de Islandia quebró y el país tiene una deuda pública superior al 100% del PIB, esto es, que debe más dinero de lo que vale su economía por el coste de rescatar a sus bancos, el mercado ve con mayores dudas el escaso crecimiento previsto en España, a la sazón la cuarta economía del euro, lo que le impedirá reducir su déficit en la forma y el tiempo que le exige Bruselas. Esta es la razón que explica que haya un determinado número de inversores que contemplen la posibilidad de la quiebra de España.
Además, frente a la nota de solvencia crediticia de Islandia, calificada por las agencias como bono basura, España mantiene un rating de AA para S&P o AA+ para Fitch y Moody’s, lo que equivale a un nivel alto. No obstante, el descenso en el coste de los CDS de Islandia se explica porque el país ha evitado, precisamente, nuevos recortes en su calificación. De hecho, ha superado con éxito el periodo de revisión anunciado hace ahora tres meses por estas entidades y que, en el caso de España, han concluido con tijeretazos en la calidad de su deuda. La traducción es que mientras Islandia ha tomado el camino de salida de la crisis -el FMI espera que crezca hasta un 3% este año-, España sigue sin ver la luz al final del túnel.
Además, tras el apoyo que ha recibido por parte de las agencias de calificación, Islandia, donde la sociedad reaccionó con virulencia e indignación a los abusos de su clase política y financiera, ha anunciado su intención de volver a emitir bonos por primera vez desde 2006 con el objetivo de volver a financiarse por su cuenta.
Fuente: El País