Madrid, 7 oct .- La crisis económica ha hecho que se dispare el número de desahucios en España, un problema que afecta a decenas de miles de personas, muchas de ellas inmigrantes latinoamericanos, y que sólo en el segundo trimestre de 2011 ha dejado casi 16.500 nuevos damnificados.
Los procedimientos de desahucio solicitados ante los juzgados españoles alcanzaron un nuevo máximo histórico entre abril y junio, al ascender a 16.464, un 21,2 % más que en el mismo período del año anterior, según los datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) publicados hoy.
Estos procesos, que han registrado así su segundo récord trimestral consecutivo, en muchas ocasiones son solicitados por las entidades financieras por el impago de la hipoteca y en otros casos se deben a la falta de abono de los alquileres. Tras conocerse los datos, la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH), estimó que 2011 y 2012 serán años que batirán nuevas marcas en desahucios, dadas las cotas históricas de ejecuciones hipotecarias presentadas en los dos últimos ejercicios.
La Plataforma, creada en 2009 a raíz de la crisis económica y una de las organizaciones más activas contra los desahucios, reclama una reforma legal en España que haga posible que la devolución de la vivienda salde la deuda hipotecaria.
El debate abierto en España sobre esta cuestión se ha visto alimentado después de que la Audiencia de Gerona (noreste de España) haya avalado que la entrega de la vivienda salde la deuda contraída con el banco.
En una decisión judicial de la que ha informado la propia PAH, el tribunal considera una práctica “contraria al principio de buena fe” que los bancos sigan exigiendo la devolución de la deuda a una familia que ya ha sido desahuciada.
La Audiencia da así la razón a una familia a la que, tras ser desahuciada de su piso, el Deustche Bank seguía reclamando una deuda de 162.500 euros, por la diferencia entre el importe pendiente del préstamo hipotecario contraído -303.658 euros- y la cantidad en que el banco se había adjudicado la vivienda en subasta.
Entre los numerosos afectados por los desahucios se encuentran miles de inmigrantes ecuatorianos, una situación que han denunciado en numerosas ocasiones las autoridades del país andino. La última, el pasado martes, cuando el ministro ecuatoriano de Relaciones Exteriores, Comercio e Integración, Ricardo Patiño, abogó durante su visita a España por buscar una solución, entre las partes involucradas, para los miles de compatriotas que perdieron sus casas en España al no poder pagar sus hipotecas, pero siguen endeudados.
“Ayer pude hablar con un compatriota que tras perder la vivienda se encuentra con una deuda de 130.000 euros, y otro con una deuda de 200.000 euros. Están endeudados para toda la vida”, afirmó el canciller, quien reconoció que este problema lo sufren, especialmente, muchos españoles atrapados en la misma trampa.
Según datos de este año proporcionados en la conferencia de prensa por el encargado de negocios ecuatoriano, Germán Spinoza, “ha habido 3.000 desahucios” de ecuatorianos en España tras concluir sus juicios hipotecarios, y “registros anteriores hablan de 8.000 procesos”.
La crisis que afecta a España se traduce en casi cinco millones de desempleados (el 21 % de la población activa), un alto déficit público y el estancamiento de la economía.
Al perder sus empleos, muchas personas no pueden hacer frente a las deudas contraídas con los bancos y acaban perdiendo sus casas, lo que no les exime de tener que seguir pagando a la entidad financiera las cuotas de la hipoteca.